Cortesía de elespiadigital.com
Manuel, tú has estado recientemente viajando y has permanecido en Crimea justo a tiempo para el referéndum relativo a la unión con Rusia. En primer lugar, tenemos curiosidad por conocer como fue tu recepción en Crimea como periodista alemán.
Es siempre el mismo tipo de recepción cuando eres recibido en cualquier lugar “fuera de la esfera Occidental”. Tan pronto como la gente se da cuenta de que tu no formas parte de los medios de comunicación masivos del país, eres bienvenido, acogido calurosamente y de una forma muy amigable. Siempre es bueno no formar parte de la industria corporativa de la mentira.
¿Cuál era el ambiente existente en las calles hasta este día histórico? Aquí en Norteamérica los medios de comunicación de masas mostraban una imagen de tropas rusas en las calles reteniendo a los disidentes a punta de bayoneta.
No solo en los medios de comunicación masivos de los Estados Unidos se emitían estos cuentos de hadas. También en Alemania hemos sido testigos de la invasión rusa con tanques y montones de material bélico en Crimea. Cuando yo llegué a Simferopol, comencé a buscar sobre la invasión rusa. Y lo que descubrí fue que solamente había tenido lugar en las pantallas de televisión Occidentales. En lugar de estas depresivas “imágenes de ocupación” lo que vi fue gente feliz por la “fiebre de la reunificación”. Los ciudadanos de Crimea están esperando con ilusión que llegue el día del referéndum.
Está claro cuál es el punto de vista de la gente con orientaciones rusas. ¿Has tenido oportunidad de hablar a otros grupos, como por ejemplo los tártaros? ¿O a pueblos que eran claramente leales al gobierno de Kiev? De nuevo, nuestros medios de comunicación nos bombardean diciendo que ellos se enfrentan a represalias y dificultades.
En primer lugar, yo me pregunto en qué lugar nuestros medios de comunicación occidentales han encontrado esos ciudadanos de Crimea que son anti-rusos. ¿Quizás en el mismo lugar en el que han encontrado grandes masas de “pacíficos protestantes” en Siria? Por supuesto que yo hablo con mucha gente en Crimea y por supuesto que algunos son escépticos en relación a Moscú. Pero no hay personas “anti-rusas”. Yo he hablado con tártaros, los cuales estaban verdaderamente furiosos contra el lobby “anti-ruso”, el cual esta apoyado por ONGs occidentales, Washington, Ankara y Bruselas. La cuestión es: numerosos tártaros y otros “no-rusos” prefieren ser parte de Rusia, especialmente tras ver lo que esta ocurriendo en Kiev estos días. Ellos eligen seguridad, paz y orden (Moscú), en lugar de anarquía, caos y hooliganismo (Kiev).
Tus fotos con los voluntarios cosacos y serbios son bastante emotivas. ¿Fuiste capaz de llegar a comprender sus situaciones y lo que les inspiró para venir a Crimea?
Sus motivaciones son idealistas. Ellos quieren ayudar a los ciudadanos rusos. Especialmente durante el tiempo anterior al referéndum, en el que una gran cantidad de rumores sobre provocaciones de Kiev circulaban por Crimea. Lo gente esperaba que el hooliganismo del “Sector Derecho” llegase a Crimea para perjudicar el referéndum. Los cosacos fueron los guardianes de los edificios públicos. La gente estaba muy contenta respecto a la presencia cosaca en Simferopol. Los voluntarios serbios estaban ayudando a bloquear una carretera cerca de Sebastopol.
¿Cómo fueron las reacciones en las calles cuando se hicieron públicos los resultados de la votación?
Hubo una ola de felicidad por todo Crimea. La gente estuvo celebrándolo en las calles durante toda la noche. Fue una gran experiencia, sobre todo para un testigo alemán, presenciar este momento histórico único, porque nosotros también tuvimos una reunificación en 1990.
Además de ser un periodista sobresaliente, también eres un experto en geopolítica. ¿Hacia dónde crees que llevarán los sucesos de Ucrania?
La reunificación de Crimea con Rusia es un tsunami político. Por primera vez desde 1989/1990 un competidor serio contra el poder hegemónico de los Estados Unidos ha aparecido en escena. De repente todo el juego ha cambiado. Rusia no desea tolerar ya ninguna presión de Occidente contra Oriente. La reunificación de Crimea con Rusia no es el fin, sino el comienzo de una nueva era geopolítica.
A lo largo de nuestra amistad, te hemos visto viajar a Siria y posteriormente Crimea. ¿Qué es lo siguiente para el periodista buscador de la verdad Manuel Ochsenreiter?
Acabo de llegar de Kosovo, donde visité la comunidad serbia que está actualmente luchando por su supervivencia. Kosovo es otro punto caliente geopolítico, olvidado en la actualidad pero que en el futuro puede volverse de actualidad repentinamente. Se aprecian allí los mismos frentes que en cualquier otro área de conflicto: Occidente apoyando a bandas criminales a las que denomina “luchadores por la libertad”, expandiendo mentiras y guerras y tomando el control mediante la introducción de la “sociedad abierta”, que en realidad significa “mercado abierto”.
¿Algunas palabras finales para tus seguidores que leen Open Revolt?
¡Relajense y confíen en el Eurasianismo! (utilizando el slogan de moda “Keep calm and Trust Eurasianism!”)