Guerra de Cuarta Generación -4GW- (1*): Murió Chávez, el gran contrainformador

Por Manuel Freytas (2*)   –  Cortesia de IAR Noticias

Chávez fue el mejor ejemplo de la aplicación mediática de campo dentro de la Guerra sin Fusiles, la Guerra de Cuarta Generación (también llamada Guerra Asimétrica) -4GW, Fourth Generation Warfare en ingles- donde el campo de batalla ya no está en el exterior, sino dentro de su cabeza.  Donde las operaciones ya no se trazan a partir de la colonización militar para controlar un territorio, sino a partir  de la colonización mental para controlar una sociedad. Los soldados de la 4GW ya no son militares, sino expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia, que sustituyen a las operaciones militares por las operaciones psicológicas. Las balas militares son sustituidas por consignas mediáticas que no destruyen su cuerpo, sino que anulan su capacidad cerebral de decidir por usted mismo. Los bombardeos mediáticos son realizados con consignas  destinadas a destruir el pensamiento reflexivo ( información, procesamiento y síntesis) y a sustituirlo por una sucesión de imágenes sin resolución de tiempo y espacio (alienación controlada). Los bombardeos mediáticos no operan sobre su inteligencia, sino sobre su psicología: no manipulan su conciencia sino sus deseos y temores inconcientes. Todos los días, durante las 24 horas, hay un ejército invisible que apunta a su cabeza: no utiliza tanques, aviones ni submarinos, sino información direccionada  y manipulada por medio de imágenes y titulares. Los guerreros psicológicos no quieren que usted piense información, sino que usted consuma información: noticias, títulos, imágenes, que excitan sus sentidos y su curiosidad, sin conexión entre sí. Su cerebro está sometido a la lógica de Maquiavelo: “divide y reinarás”: Cuando su mente se fragmenta con titulares desconectados entre sí, deja de analizar (qué, porqué y para qué de cada información) y se convierte en  consumista de órdenes psicológicas direccionalas a través de consignas. Los titulares y las imágenes son los misiles de última generación que las grandes cadenas mediáticas disparan con demoledora precisión sobre su cerebro convertido en teatro de operaciones de la Guerra de Cuarta Generación. Cuando Ud. consume titulares con “Al Qaeda” y  “terrorismo musulmán”:   su mente está consumiendo consignas de miedo asociadas con “terrorismo”, y su cerebro está sirviendo de teatro de operaciones a la “Guerra Contraterrorista” lanzada para controlar a la sociedades a escala global. Cuando Ud. consume prensa internacional sin analizar los qué y los para qué, los intereses del poder imperial que se mueven detrás de cada noticia o información periodística, Ud. está consumiendoGuerra de Cuarta Generación.

Hoy es un día de rutilante alegría y celebración  para los que odiaron y demonizaron a Chávez  desde las estructuras más reaccionarias de las potencias imperiales y sus clases sociales racistas y contrarrevolucionarias. Y están los que lo lloran. Y  los que bailan con su muerte. Con Chávez se muere un tiempo.  Y la simbología de su muerte trasciende su proyección política regional o internacional. Chávez fue el ultimo grito masivo del antiimperialismo militante. La expresión verbal del antisistema. El verbo contrainformativo contra el dominio mediático de un imperio que sustituyó los fusiles por la manipulación y el control masivo de de cerebros. Chávez fue la palabra y la denuncia. El gran rupturista del mensaje unificado y blindado del sistema capitalista erigido como “mundo único”. Fue la piedra en el estanque. El gran despertador de conciencias desde los propios medios del sistema que adormecen la conciencia. Chávez fue un guerrero inclaudicable contra los nuevos ejércitos mediáticos de dominación que utilizan el mensaje “informativo” como arma de guerra. Murió Chávez. Murió el ícono del discurso antiimperialista  masivo a escala global. El mundo de la contrainformación hace silencio. Y el sistema, y el antisistema, continúan con otros protagonistas

Murió Chávez. Murió el icono del discurso antiimperialista masivo a escala global. Murió el líder del discurso contrainformativo en las grandes cadenas mediáticas internacionales.

Y con Chávez murió el punto de referencia aglutinante y motivador para las organizaciones y militantes populares que todavía resisten el avance de las estructuras de dominio capitalista trasnacionalizado.

Chávez y su habilidad comunicativa conformaban un “espectáculo” en simismo. Y gracias a esa situación, las mayorías mundiales pudieron acceder a un discurso contrainformativo que solo puede encontrarse en el mundo reducido de la prensa alternativa o de izquierda.

El presidente venezolano mantenía una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el eje USA-UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente, en una versión aggiornada de la “guerra fría” por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles intercapitalistas.

Pero, y analizado desde una perspectiva global, lo más impactante y “polarizante” que tuvo Chávez fue su discurso contrainformativo del sistema capitalista masificado y nivelado planetariamente desde las mismas cadenas imperialistas que siempre lo proyectaron como un producto “marketinero” y rentable.

Como contenido, el discurso mediático  de Chávez, movilizaba una descripción correcta  del sistema capitalista en su funcionamiento político, tanto como sistema de dominio regional como planetario. Era muy preciso en sus descripciones del funcionamiento de las estructuras políticas y militares del sistema capitalista imperial.

A través del discurso  atrapante” de Chávez las grandes mayorías del mundo accedieron  a “contramensajes alternativos” como cuando el presidente de Venezuela acusó a Israel de cometer un genocidio militar

en Líbano y Palestina, parecido al Holocausto, o cuando acusó indirectamente a Bush de planificar y ejecutar el 11-S en EEUU.

Cuando el presidente venezolano resumía a Colombia como una “base” de EEUU y a Uribe como un títere USA, precisaba con claridad el rol de ese país y sus gerentes de turno en la estructura del control regional de Washington.

Lo de Chávez con las grandes cadenas parecía avanzar por el lado de una .modalidad comunicacional de aprovechamiento común donde las estructuras mediáticas utilizaban el “producto Chávez” para captar audiencia  y el líder bolivariano se valía de ellas para lanzar a escala masiva sus mensajes y denuncias contra el Imperio.

Chávez, al contrario de lo que todo el mundo creía, no improvisaba.  en todo momento, y por medio de sus discursos contra el Imperio ,  lanzaba globos de ensayo con técnicas de guerra psicológica a través de las portadas, titulares e imágenes de las grandes cadenas internacionales.

El mandatario venezolano  le “tomó el tiempo” a la metodología funcional de las cadenas internacionales y decidió salirse del papel burocrático de presidente para convertirse en un formidable editor de noticias (el mejor) que en vez de un medio especifico utilizaba a toda la estructura de la prensa mundial para “publicar”.

Chávez, para el buen observador, no decía los discursos comunes y esquemáticos de un presidente vulgar: titulaba, presentaba y desarrollaba noticias que luego el aparato mediático distribuía por todo el planeta.

Si se observaba con atención, los grandes conglomerados mediáticos que “rebotaban” los discursos de Chávez contra el Imperio, simultáneamente, y durante las 24 horas, también desarrollaban campañas embozadas o directas contra el presidente venezolano a través de “información” o de “análisis” de operadores de la CIA o del Departamento de Estado insertados como “columnistas”.

Esto no les impedía mostrar sus pantallas y titulares con Chávez generando audiencia  con sus dardos envenenados e irónicos  que convirtieron a Bush,  el entonces presidente del Imperio,  en el hazmerreír del mundo.

Este fenómeno quedó demostrado cuando Chávez mostró en  pantalla el libro de Noam Chomsky, “EEUU: Hegemonía o supervivencia”, durante sus célebre discurso contra “Bush Diablo” en la Asamblea de la ONU.

Casi por arte de magia, y demostrando el nivel de penetración del mensaje de Chávez, el libro se convirtió en un best seller mundial citado y comentado en todas las grandes cadenas de diarios, radio y televisión.

Publicado hacía tres años, el libro dormía plácidamente en los sótanos de las librerías, en la lista de Amazon estaba en el puesto 26.000, y se convirtió en número uno en ventas tras la mención de Chávez, a tal punto -y según el mismo lo expresó- que el primer sorprendido fue el propio Chomsky.

A nivel de evaluación, la promoción del libro de Chomsky le permitió al presidente venezolano comprobar hasta que punto podía movilizar opinión pública internacional, y qué niveles de difusión masiva y planetaria alcanzaban sus discursos.

Es un día de profunda tristeza para los que todavía luchan (y resisten) contra el sistema capitalista criminal que niveló el planeta a su imagen y semejanza.

Y es un día de rutilante alegría y celebración  para los que odiaron y demonizaron a Chávez  desde las estructuras más reaccionarias de las potencias imperiales y sus clases sociales racistas y contrarrevolucionarias.

Y están los que lo lloran…y  los que bailan con su muerte. Con Chávez se muere un tiempo.  Y la simbología de su muerte trasciende su proyección política regional o internacional.

Chávez fue el ultimo grito masivo del antiimperialismo militante. La expresión verbal del antisistema. El verbo contrainformativo contra el dominio mediático de un imperio que sustituyó los fusiles por la manipulación y el control masivo de de cerebros.

Chávez fue la palabra y la denuncia. El gran rupturista del mensaje unificado y blindado del sistema capitalista erigido como “mundo único”. Fue la piedra en el estanque. el gran despertador de conciencias desde los propios medios del sistema que adormecen la conciencia.

Chávez fue un guerrero inclaudicable contra los nuevos ejércitos mediáticos de dominación que utilizan el mensaje informativo como arma de guerra.

Murió Chávez. Murió el ícono del discurso antiimperialista  masivo a escala global. El mundo de la contrainformación hace silencio. Y el sistema, y el antisistema, continúan con

NOTA DE QPM.ORG:

(1*) Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare – 4GW) es el término usado por los analisttas y estrategas militares para describir laúltima fase de la guerra en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas. En 1989 comenzó la formulación de la teoría de la 4GW cuando William Lind y cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, titularon un documento: “El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación”. Ese año, el documento se publicó simultáneamente en la edición de octubre del Military Review y la Marine Corps Gazette.

Si bien en sus primeros tramos de la década del noventa la teoría no fue precisada ni se expresó claramente qué se entiende por 4GW, el concepto luego fue asociado a la Guerra Asimétrica y a la “Guerra Contraterrorista”. William Lind escribió su esbozo de teoría, en momentos en que la Unión Soviética ya había sido derrotada en Afganistán e iniciaba su colapso inevitable como sistema de poder mundial. Por lo tanto, a la Guerra de Cuarta Generación se la visualiza como una hipótesis de conflicto emergente de la pos-Guerra Fría, en tanto que algunos analistas relacionan su punto de partida histórico con los atentados terroristas del 11-S en EEUU.

(2*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web. Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias.

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