Ted Piccone, uno de los miembros más antiguos y director adjunto de Política Exterior de la organización Brookings Institute publicó este jueves un memorando al presidente Barack Obama donde propone, entre varias recomendaciones, una apertura de la política de Washington hacia La Habana y el levantamiento del embargo a la isla.
Piccone recomendó que la administración Obama, “inicie un diálogo discreto con La Habana sobre una amplia gama de temas, sin condiciones previas. El objetivo de las conversaciones bilaterales directas sería la de resolver las cuestiones pendientes con la migración, los viajes, el antiterrorismo y antinarcóticos, el medio ambiente, el comercio y la inversión, que son importantes para la protección de los intereses nacionales”.
Señala que “los resultados de estas conversaciones podrían incluir disposiciones que normalicen los flujos migratorios, fortalezcan la seguridad fronteriza y derriben los muros de la comunicación, que dificultan la capacidad de EE.UU. para entender cómo Cuba está cambiando, y ayudar a las empresas estadounidenses a crear nuevos puestos de trabajo.
Piccone, quien se especializa en las relaciones Estados Unidos-América Latina, democracia global, derechos humanos y asuntos multilaterales, se desempeña además como asesor del Club de Madrid y ha participado en el Consejo de Seguridad Nacional del Departamento de Estado estadounidense y el Pentágono.
El memorando recomienda a Obama “liberarse de la camisa de fuerza del embargo mediante su autoridad ejecutiva para facilitar el comercio, los viajes y las comunicaciones con el pueblo cubano”.
Según Piccone, “la reciente decisión de Cuba de eliminar los controles de salida para los cubanos en la isla, probablemente acelerará el proceso de reconciliación en la diáspora cubana, lo que mitigará el apoyo a las tácticas contraproducentes como el embargo”.
Plantea que “la actual política de EE.UU. hace mucho tiempo que ha dejado de ser útil y es contraproducente para avanzar en el objetivo de ayudar al pueblo cubano. En su lugar, da a los funcionarios cubanos la posibilidad de demonizar a los Estados Unidos a los ojos de los cubanos, otros latinoamericanos y el resto del mundo, que anualmente condena el embargo de las Naciones Unidas”.
Piccone considera que “el problema de Cuba puede incluso torpedear la próxima Cumbre presidencial de las Américas en Panamá en 2015. Es hora de un nuevo enfoque: una iniciativa para poner a prueba la voluntad del gobierno cubano para participar de manera constructiva junto a un esfuerzo por respaldar al pueblo cubano”.