Estimado presidente Biden,
Le escribimos para expresar nuestra profunda preocupación por la difícil situación del pueblo cubano. Los efectos combinados de las fallidas políticas exteriores de Estados Unidos y las políticas económicas cubanas han creado condiciones humanitarias nefastas en la isla. Es crucial que su administración elimine a Cuba de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo y acelere el procesamiento de la asistencia de las organizaciones humanitarias. Estas medidas no sólo salvarán vidas sino que también promoverán los objetivos declarados de la política exterior estadounidense de defender los derechos humanos.
Reincorporar a Cuba a la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo (SST) fue un grave error y ha tenido un efecto enormemente perjudicial sobre el pueblo cubano y la capacidad de nuestros socios para servirle. Esta decisión ha llevado a bancos, instituciones financieras y proveedores internacionales a retirar el apoyo al comercio regular y la colaboración con grupos religiosos que brindan ayuda humanitaria en Cuba. Como resultado, la capacidad de nuestras denominaciones y organizaciones religiosas para ofrecer asistencia crucial y ayuda financiera a los socios cubanos se ha visto gravemente limitada, y las instituciones financieras congelan fondos asignados para actividades religiosas y humanitarias. En muchos casos, la licencia general de actividades religiosas no es reconocida por terceros, ni los actuales procedimientos de concesión de licencias resuelven los problemas de riesgo de mercado que las instituciones financieras y los proveedores dicen que deben considerar más allá de las legalidades de adquirir la licencia adecuada. Estar en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo crea obstáculos que nuestro estatus religioso y humanitario no puede superar para agentes externos.
La actual designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo agravó los problemas económicos existentes en Cuba, provocó un aumento de la migración y obstaculizó la inversión del sector privado, lo que provocó reveses para las empresas que prosperaron bajo la administración Obama-Biden. La actual postura estadounidense también ha obstaculizado los esfuerzos empresariales de los cubanos comunes y corrientes y ha perturbado la economía pública, que sustenta programas esenciales de asistencia médica y social. En consecuencia, cientos de miles de cubanos se han visto obligados a vender sus pertenencias y emprender peligrosos viajes para llegar a Estados Unidos a través de la frontera suroeste. Nuestra política actual hacia Cuba es un factor importante que impulsa esta tendencia migratoria.
La actual política estadounidense de estrangular a la sociedad cubana con un embargo económico para obligarla a derrocar a su gobierno es moralmente inaceptable y contraria a nuestra fe, así como a los principios básicos de derechos humanos. Le instamos a eliminar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y a tomar medidas para poner fin al embargo económico y normalizar las relaciones con Cuba. Mantengámonos unidos para aliviar el sufrimiento del pueblo cubano, ayudarlo a prosperar en su propio país y tratar de incluirlo plenamente en la familia de naciones.
Atentamente,
Alianza de Bautistas
Sociedades Misioneras del Hogar Bautista Americano
Fraternidad Bautista por la Paz de América del Norte ~Bautistas por la Paz
Iglesia de los Hermanos, Oficina de Políticas y Consolidación de la Paz
Servicio Mundial de la Iglesia
Red de Socios Cuba de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)
Centro de Discípulos para el Testimonio Público (Discípulos de Cristo)
La Iglesia Episcopal
Iglesia Evangélica Luterana en América
Consejo de Iglesias de Florida
Comité de Amigos de la Legislación Nacional
Ministerios Globales de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) y la Iglesia Unida de Cristo
Grupo de Trabajo de América Latina
Comité Central Menonita de EE. UU.
Consejo Nacional de Iglesias
Consejo de Iglesias de Carolina del Norte
Pax Christi Estados Unidos
Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)
Iglesia Unida de Cristo
La Iglesia Metodista Unida – Junta General de la Iglesia y la Sociedad
Cortesía de Progreso Semanal