Reforma o Revolución

Los conceptos de libertadjusticia socialprogreso, han sido y continúan siendo contenidos que los pueblos han reclamado persistentemente. Bien si se trata de una revolución o de demandas por reformas a sus gobiernos.

escrito por Gladys Marel García Pérez

Los conceptos de libertadjusticia socialprogreso, han sido y continúan siendo contenidos que los pueblos han reclamado persistentemente. Bien si se trata de una revolución o de demandas por reformas a sus gobiernos.

Ellos fueron enarbolados de manera espontánea en Cuba durante la manifestación popular del 11 de julio del 2021, ante la crisis provocada por el diseño y aplicación incorrectos de la «Tarea Ordenamiento», que afectó a varios sectores en el país.

Su puesta en práctica fortaleció errores de larga data cometidos en los ámbitos político, económico y social y condujo a un conjunto de injusticias: una vida miserable en muchos casos, insuficiencia y escasez de alimentos y medicinas para adultos y niños, en pleno auge de la pandemia; inflación de precios en el mercado, que cada vez van en aumento; situación crítica con la electricidad y el gas; desigualdad al situar mercados en los que solo puede comprarse con una moneda digital, el MLC, alimentos que no existen en el mercado en CUP. Estos fueron algunos de los factores que provocaron que cientos de personas se movilizaran, reclamando la solución de sus conflictos.   

Lo peor sucedió con el llamado de la jefatura del Gobierno al enfrentamiento violento de una parte del pueblo contra otra. La orden dada aquel 11 de julio al aparato militar y civil represivos, fue la de enfrentar al pueblo y reprimirlo, lo cual desembocó en el combate entre una parte de la población afín al gobierno y la otra, en defensa de la libertad y justicia social.

Cientos de hombres y mujeres, mayoritariamente jóvenes y hasta menores de edad, fueron detenidos. Los tribunales los condenaron arbitrariamente por «Sedición», acusándolos sin evidencias de contrarrevolución o de querer producir un golpe de estado, algo solo inherente al enfrentamiento militar contra el gobierno; cuando en realidad la manifestación lanzaba demandas reformistas.

Tales injusticias provocaron en las redes sociales el clamor de libertad para casi todos los cubanos condenados a numerosos años de cárcel. El problema no ha tenido solución. Continúa socavando a sujetos y familias. Ejemplos de manifestaciones populares han ocurrido en los últimos días en Cienfuegos, Camagüey y Pinar del Río, sin que se haya producido una reacción violenta del Gobierno y sus fuerzas represivas. Vimos en las redes sociales los videos de lo sucedido.

En Cienfuegos los pioneros, colocados a uno y otro lado de la calle y en silencio, observaban la manifestación fúnebre por la niña de siete años  fallecida como consecuencia del dengue hemorrágico. En ella participaban los familiares, la comunidad, maestros y alumnos del sector de la educación.

En Camagüey se produjo otra manifestación fúnebre, ante el fallecimiento, también por dengue hemorrágico, de una joven doctora del sector de la medicina, que se encontraba en estado de gestación. La comunidad se concentró tras la manifestación fúnebre que la acompañaba hasta el cementerio, y en la despedida del duelo se aludió a lo que estaba sucediendo.

Mientras, en Pinar del Río, como resultado de la falta de electricidad, familias, con niños entre once y trece años aproximadamente, según se apreciaba en las imágenes, se lanzaron a la calle. Un dirigente intentó dialogar, pero sus palabras apenas se escuchaban porque los manifestantes gritaban exigiendo al gobierno la solución del conflicto eléctrico, y otras reclamaciones.

Lo más significativo fue que ante estas manifestaciones no hubo reacción de violencia represiva física, de una parte ni de la otra, pero sí verbal por los que reclamaban. Este modo de actuar del pueblo es muestra de una táctica nueva para exigir sus demandas.  

Todo lo ocurrido me hizo rememorar la manifestación fúnebre del 27 de mayo de 1957, en el entierro de los combatientes revolucionarios Julio Pino Machado y Agustín Gómez Lubian, Chiqui, en Santa Clara. El pueblo desfiló sin ser agredido por el cuerpo policiaco que lo custodiaba. Meses después, el 30 de julio, debido al asesinato de Frank País, la manifestación fúnebre espontánea en Santiago de Cuba se transformó en huelga general revolucionaria organizada, que se extendió hasta las inmediaciones de la capital habanera.

En aquellos tiempos luchábamos por llevar a cabo una revolución contra la dictadura. En estos tiempos, las manifestaciones tienen lugar por demandas del pueblo ante los conflictos económicos, políticos y sociales que ocurren en la vida cotidiana y por la vulnerabilidad que enfrentan.  

Las medidas tomadas por el régimen en 2021, entraron en contradicción con el proyecto de Revolución cubana de mediados del siglo veinte, que nombró a José Martí como su autor intelectual. Aquel proclamó su propósito de Nación, e hizo suyas las tesis de libertad, soberanía económica y justicia social, progreso y democracia del pueblo. Objetivos a los que se añadió la tesis chibasista de «barrer» con la corrupción político-administrativa.  

Han transcurrido casi setenta años del 26 de julio de 1953. En la década del cincuenta del siglo pasado éramos jóvenes unidos por los lazos de la Patria y de la Revolución verdadera, superior a nosotros mismos. Sentía en aquellos tiempos que nos había tocado la gloria de hacer y escribir la historia futura y me decía a los veinte años: ¡Benditos sacrificios! ¡Bendita gloria la que tenemos en nuestras manos!  

Durante el transcurso de la lucha contra aquel régimen pensaba en la moral diariamente, y cuando me hicieron prisionera en dos ocasiones, cuando estuve encerrada, tuve tiempo de pensar en nosotros mismos, que enfrentábamos las bajezas de la vida. Reflexionaba en el dolor, en las torturas, en el sufrimiento de nuestros seres queridos, en el encierro en las prisiones, los golpes, las torturas, las vejaciones, los asesinatos. Vivía convencida de que todo lo podíamos soportar porque estábamos muy alto y éramos dignos de nuestra Patria, de la Humanidad.

Mi ánimo, mi entusiasmo, la fé con que luchaba y continúo luchando por la libertad y la justicia no han decaído. Sabía que en nuestras manos estaba el futuro de Gloria y no el de un fracaso. Escribía en aquellos años: «He visto gozosa cada día que pasa la grandeza de nuestra Revolución», y añadía después del llamado «fracaso» de la huelga del 9 de Abril de 1958: «(…) el pueblo vuelve a nuestras filas otra vez. Todo se está reorganizando y volvíamos a estar unidos (…) El desmembramiento existente al principio se ha ido allanando y todo se ha aclarado».

Recuerdo los mensajes al pueblo, cuyos documentos atesoro. Entre otros el mensaje «Carta a nuestros Militantes» del por qué luchábamos. (1)  Entre los once puntos de su contenido explicábamos que «al ser avanzada del movimiento de recuperación ciudadana contra  la dictadura y en el mañana los pilares sobre los que ha de apoyarse la reconstrucción del país», ellos tuvieran «una noción clara de los principios que han de guiarnos en estas jornadas, para que el impulso generoso del corazón sea guiado por la aptitud reflexiva de la mente». También insistíamos en el valor de la coherencia entre nuestros pensamientos y actitudes cívicas:

«Los que defendemos la democracia, las libertades y las buenas costumbres públicas y privadas, tenemos que creer en ellas ciegamente. No puede haber contradicción alguna entre los principios que defendemos y la forma como los defendemos. Nuestra honradez, en todos los actos de nuestra vida, tiene que ser tan acrisolada que no deje grieta alguna por donde pueda deslizarse la crítica de nuestros conciudadanos o de las anteriores generaciones aun vivas, pero en la retaguardia, con las que la Historia nos comparará para encontrar el saldo positivo de nuestra obra. Por ello has de incorporar a tu pensamiento y a tu conducta, los principios por los cuales luchamos».

Reforma

¿Por qué luchamos?

1.- Luchamos no para arrebatarle a un hombre el poder mal habido, sino para cumplir una misión histórica. Que el nombre de ese hombre se haya convertido en el blanco de nuestros ataques verbales, es debido a que el mismo resume en sí todo cuanto nos repugna y degrada a la República.  

2.- Luchamos porque sea principio inmutable de la Nación el gobierno representativo de elección popular, y para demostrar que estamos dispuestos a perecer antes que aceptar mansamente el destino de súbditos sumisos e impotentes de una tiranía militar.

3.- Luchamos porque prevalezca en el país el gobierno civil por encima de las instituciones militares, muy respetables y necesarias cuando se limitan a su rol de protectoras de la seguridad nacional; porque la educación, la cultura, el cultivo de la inteligencia al servicio de la técnica y del progreso sean las metas de la gestión principal del Estado Cubano. Frente a las obras públicas rimbombantes, que dejan márgenes fabulosos a sus patrocinadores, impuestas inconsultamente y a latigazos, nos decidimos por el modesto disfrute de libertad sin ostentaciones faraónicas. Preferimos aquella y «el respeto a la dignidad plena del hombre», a los túneles costosos y los monumentos hipócritas. ¿Además, quién ha dicho que para que el país progrese materialmente es preciso sojuzgar las voluntades y las conciencias?

4.- Luchamos por el derecho a pensar y a producirnos públicamente, sin censura; sin más limitación para nuestra libertad que la que impone a cada cual la libertad de los demás y el feliz desenvolvimiento de la vida social.

5.- Luchamos por una distribución más justa de la riqueza nacional. Por una mayor participación del obrero en los dividendos de la industria para la cual trabaje. Por abrir nuevas fuentes de trabajo. Por una política laboral de ocupación plena durante todo el año. Por que durante el «tiempo muerto» el potencial humano de la industria azucarera sea absorbido por actividades agrícolas e industriales de subsistencia. Por la inamovilidad del empleado público y la carrera que regule el ingreso y permanencia en la administración estatal, provincial y municipal.

6.- Luchamos por elecciones libres en los sindicatos, para conseguir mejores condiciones de trabajo, de salario, y de participación en las ganancias, dentro de las oportunidades que conceden las leyes, el buen sentido, y el progreso de las doctrinas y experiencias sociales. Contra la dictadura proletaria de Mujal, paralela con la de Batista, luchamos los partidarios de la libertad sindical.

Eusebio Mujal Barniol (al centro leyendo), secretario general de la CTC.

7.- Luchamos por la reforma agraria. No por la colectivización de la agricultura, sino por una radical y justa planificación de la misma, de suerte que desaparezca el latifundio improductivo, sustituido por un sistema en el que las tierras baldías sin cultivar pasen a manos de los que están dispuestos a hacerlas producir. Luchamos y lucharemos porque no quede un campesino hambriento mientras haya un pedazo de tierra cubana por cultivar.

8.- Luchamos por perseguir y castigar el peculado, la malversación de los caudales públicos. Contra los ladrones del tesoro nacional, de ayer, de hoy y de siempre. Entendemos que la nueva República tendrá que ser lo más severa y ejemplar posible contra las dos figuras delictivas más perjudiciales de la vida pública hispano-americana: la sublevación militar contra los poderes legítimos del Estado, y la apropiación para uso personal del dinero del pueblo.

9– Luchamos por reintegrar la ley a su antigua majestad. Si hoy nos vemos obligados a aplicar con nuestras propias manos y con severidad la justicia revolucionaria contra los militares, que deshonrando el uniforme que sufraga la República se dedican a aterrorizar, a torturar y asesinar a la inerme población cubana, y a sus aliados los políticos corrompidos dedicados a propiciar la situación legal que ampare tanto crimen, así como los confidentes y delatores de nuestros abnegados militantes; mañana, una vez vencida la Dictadura y restablecida la normalidad institucional, serán los jueces y los tribunales ordinarios los encargados de relevarnos de tan ingrata misión.

10.- Luchamos para demostrar a las grandes potencias que la libertad no es un artículo de uso doméstico y privado, sino un bien universal. Victoriosos hemos de ofrecerla, por qué no, a todos aquellos hermanos americanos que aún padezcan el oprobio de un gobierno autocrático, unipersonal. La democracia no admite contradicción ninguna. Si la defendemos en el frente doméstico, no podemos desconocerla en el frente internacional.

11.- Luchamos, en fin, por una República con libertad y con pan; con legalidad y bienestar para todo el que sienta como ley principal de la vida, el oficio sublime de ser un hombre libre.

Han transcurrido más de sesenta años. El momento actual es de reformas, no de revolución. Los objetivos de la generación que enfrentó a los mambises corrompidos en el poder y dirigieron la Revolución del Treinta contra la dictadura de Gerardo Machado, fueron diferentes a los de nuestra generación del centenario martiano contra la dictadura de Fulgencio Batista.

En nuestros días, los objetivos de la nueva generación deben ser reformar desde abajo, con su participación cívica, todo lo que contribuya a solucionar la crisis por la que atraviesan la Nación y el pueblo de Cuba.

  La Habana, 16 de julio del 2022.

NOTAS

(1) El documento «Carta a los Militantes», no. I, Serie II, de las Células Revolucionarias de Base, —publicado en 1958 con la firma Libertad o Muerte Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Dirección Provincial de La Habana—, fue reproducido en Razones, Órgano de la Sección Nacional de Propaganda de las Células Revolucionarias de Base del Movimiento 26 de Julio. no. 1, enero, 1959. Sumario: ¿Por qué luchamos?; Las Fuerzas Armadas y el Movimiento Revolucionario 26 de Julio; Introducción al tema Económico. (precio: 10 centavos).

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AUTOR

GLADYS MAREL GARCÍA. investigador Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Revolución, Genero y Generación. Destacado miembro del M-26-7 en Santa Clara, provincia de Las Villas. Detenida por realizar acciones revolucionarias por las fuerzas de la Policía nacional del régimen de Fulgencio Batista (Causa 545 del Tribunal de Urgencia, en la Audiencia de Santa Clara). Referenciada en diferentes plataformas digitales y autora de libros referente a la lucha insurreccional que llevo al triunfo de la Revolución Cubana

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