TRUMP, A PUNTO DE DAR UNA PATADA EN EL AVISPERO DE ORIENTE MEDIO

 

Este 6 de diciembre, Trump podría anunciar el reconocimiento de Estados Unidos a Jerusalén como la capital de Israel mientras continúa manteniendo temporalmente la embajada estadounidense en Tel Aviv.

Fuentes: https://www.globalresearch.ca, Actualidad RT and el Robot Pescador

 Según se ha informado, Trump habría comunicado telefónicamente al presidente palestino Mahmud Abbás, su intención de mover la Embajada de EEUU a Jerusalén, según el propio portavoz de Abbas, Nabil Abu Rudeineh y un reporte de la prensa jordana.

Trump llamó también al rey Abdullah de Jordania y al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en medio de los informes de que Estados Unidos está considerando reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, confirmó la Casa Blanca.

Una maniobra que, de producirse finalmente, podría acabar provocando un auténtico levantamiento musulmán en Oriente Medio y quien sabe si en todo el mundo.

Turquía ha advertido que el reconocimiento de EEUU a Jerúsalen como capital israelí sería una “gran catástrofe”.

Las autoridades turcas consideran que los planes de la Administración Trump podrían destruir por completo el frágil proceso de paz en la región, lo que conduciría a nuevos conflictos regionales.

De hecho, el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogán, ha amenazado explícitamente con romper las relaciones diplomáticas con Israel si EEUU reconoce Jerusalén como capital israelí.

El gran Instituto islámico de Egipto, Al-Azhar, también ha condenado el supuesto plan del presidente de EEUU, Donald Tramp, de trasladar su embajada de TelAviv a Jerusalén.

El ministro de Exteriores egipcio, ha advertido de las perniciosas consecuencias de dicha iniciativa en la reanudación del proceso de paz entre Israel y los palestinos.

Incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, una suerte de portavoz de los intereses de Rothschild, ha expresado (presuntamente) su “preocupación” ante el posible traslado de la embajada en una llamada a Trump, así como también las propias autoridades palestinas y países como Turquía y Jordania.

La cuestión es que este 6 de diciembre, Trump podría anunciar el reconocimiento de Estados Unidos a Jerusalén como la capital de Israel mientras continúa manteniendo temporalmente la embajada estadounidense en Tel Aviv.

Algo que está por verse y que puede cambiar en poco tiempo.

Esta maniobra va en la línea del cumplimiento de su promesa de campaña, durante un discurso ante el Comité Americano de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC), en que prometió trasladar la embajada a Jerusalén.

Pero la presión sobre Trump va más allá de una promesa a los votantes. Su mayor contribuyente de campaña, el multimillonario magnate de los casinos Sheldon Adelson, muestra una creciente impaciencia con la lentitud de Trump para mover la embajada, lo que sería una provocación para los palestinos que reclaman Jerusalén como la capital de un futuro estado palestino. Por esta razón, los pasados presidentes se han negado a trasladar la embajada con el argumento de que molestaría las posibles conversaciones entre los negociadores israelíes y palestinos.

Antes incluso de que Trump prestara juramento como presidente, Jared Kushner, yerno de Trump, demostró una notable disposición a seguir las instrucciones del primer ministro israelí de extrema derecha, Benjamin Netanyahu.

Adelson, que una vez acusó a los palestinos de haber “destruido a Israel”, habría estado “furioso” con el secretario de Estado Rex Tillerson en mayo por sugerir en una entrevista que el traslado de la embajada debería estar supeditado al proceso de paz.

Las fuentes dicen que el multimillonario de Las Vegas no está de acuerdo con el argumento de que la mudanza de la embajada debería estar supeditada al proceso de paz. Le ha dicho a Trump que los palestinos son socios negociadores imposibles y que tienen exigencias que Israel nunca podrá cumplir.

Adelson y su esposa Miriam donaron más de 80 millones de dólares a los republicanos en 2016, y él dio 5 millones de dólares, solo para la toma de posesión de Trump.

Adelson y su esposa Miriam también contribuyeron con 35 millones de dólares, solo para ayudar a elegir a Trump específicamente.

El ‘Las Vegas Review Journal’, propiedad de Adelson, escribió en octubre:
“Los Adelsons se han sentido decepcionados por el fracaso de Trump al no cumplir su promesa de campaña de trasladar a la embajada de Estados Unidos a Jerusalén en su primer día en el cargo”.

Y antes de que Adelson se subiera al carro de Trump, el candidato Trump habló abiertamente sobre las intenciones de Adelson de invertir su dinero detrás en determinados candidatos. Se burló infamemente del senador Marco Rubio (R-FL), al que acusó de marioneta y quien en octubre de 2015 fue el favorito para asegurarse el respaldo de Adelson, en Twitter:

Sheldon Adelson is looking to give big dollars to Rubio because he feels he can mold him into his perfect little puppet. I agree!

Trump cambió drásticamente su mensaje sobre el conflicto israelo-palestino en particular, diciendo que trasladaría la embajada a Jerusalén y no pediría que se congelara la construcción de asentamientos ilegales en Cisjordania, mientras cerraba la nominación e intentaba asegurarse el apoyo de Adelson para su campaña electoral general.

Sea como sea, la decisión de Trump de confirmar a Jerusalén como capital indivisible de Israel, así como su posible intención de trasladar la embajada, será lo equivalente a pegarle una patada a un avispero.

Quizás es el detonante que Netanyahu, acuciado por sus innumerables escándalos de corrupción, necesita para montar una guerra en la región, en la que Arabia Saudí será su socio más fiel.


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