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Los avances de las fuerzas iraquíes que combaten a las tropas del Estado Islámico en la provincia de Al Anbar tuvo un revés este jueves (27.08.2015), cuando la explosión de un coche bomba al paso de un convoy militar por el área de Al Jaraishi, en el norte de Ramadi, causó la muerte de dos generales del Ejército de Irak, así como de un número indeterminado de soldados, informaron las autoridades.
El coche bomba, manejado por un terrorista suicida, mató en el acto al mayor general Abdulrahman Abu Raghif y al comandante de la 10 División, brigadier general Safin Abdulmajid, según reportó el portavoz militar, brigadier general Yahya Rasool, a la agencia de noticias AFP. El Estado Islámico tomó Ramadi a comienzos de este año, ciudad que se ha convertido en una de las plazas fuertes de los yihadistas en territorio iraquí.
Posteriormente, un comunicado del Comando de Operaciones Conjuntas confirmó las bajas de los comandantes, así como la muerte de un número indeterminado de “mártires heroicos”. También se reportó que en el ataque numerosos soldados resultaron heridos, nuevamente sin que se entregara una cifra exacta. Pese a que el gobierno lanzó una ofensiva para recuperar la localidad, hasta ahora los avances sobre el terreno son bastante limitados.
Problema sin solución
Los ataques de los insurgentes contra las fuerzas armadas, en especial contra los comandantes de las tropas, han significado un problema sin solución a la vista para las autoridades iraquíes. Este año, dos de los generales a cargo del comando de operaciones en Al Anbar han resultado heridos, así como dos comandantes, uno de división y otro de brigada, fueron asesinados en la región el pasado mes de abril. El gobernador, en tanto, fue herido en 2014.
Esa realidad se repite en otras provincias iraquíes, donde generales y jefes policiales han sido víctimas del Estado Islámico. Desde que en junio de 2014 se declarara la guerra contra el EI, los esfuerzos de las autoridades se han centrado en recuperar el control de Mosul y Ramadi, además de toda la provincia de Al Anbar, la más grande el país y en la que los insurgentes irrumpieron a mediados de mayo.