Jonathan Jay Pollard, un Analista de Inteligencia Naval que espió a EE.UU. para Israel, habla por primera vez

Por JOSEPH FITSANAKIS   –   Cortesía de  intelNews.org

Jonathan Jay Pollard era un analista de Inteligencia Naval de los Estados Unidos que espiaba para Israel a cambio de dinero a partir de 1984 hasta su arresto en 1986.

Un espía estadounidense condenado, quien está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua por traicionar secretos estadounidenses a Israel en la década de 1980, ha roto su 28 años de largo silencio al escribir un artículo en un periódico israelí.

Jonathan Jay Pollard era un analista de inteligencia Naval de Estados Unidos que espiaba para Israel a cambio de dinero a partir de 1984 hasta su arresto en 1986.

Muchos dentro de la contrainteligencia de los EE.UU. lo consideran uno de los espías dobles más dañinos de la historia americana. Sin embargo, es ampliamente visto como un héroe en Israel, donde muchos israelíes conservadores, así como pro-Israel estadounidenses , se activa presionando a la administración del presidente Barack Obama EE.UU. a liberarlo.

En 1998, después de muchos años de desmentidos oficiales, Israel admitió públicamente que Pollard había operado como un agente israelí en los Estados Unidos.

Pollard, quien adquirió la ciudadanía israelí en 1995, ha servido hasta ahora de 28 años de una cadena perpetua en una prisión de EE.UU. Durante su encarcelamiento, Pollard ha permanecido en silencio. Pero él rompió su silencio el 16 de agosto, escribiendo un editorial para el periódico conservador israelí The Jerusalem Post.

En dicho editorial él se burla de Israel por liberar a 26 prisioneros palestinos, que fueron condenados por actos de violencia contra Israel, antes de las conversaciones de paz con la Autoridad Palestina.

Pollard dice que la mayoría de los israelíes están en contra del movimiento para liberar a los prisioneros, y describe a Israel como un “tipo raro de democracia que no presta atención alguna a la voluntad del pueblo”.

El espía encarcelado añade que “Israel es el único país en el mundo que siempre expulsa voluntariamente a sus propios ciudadanos de trozos de su lugar de origen con el fin de entregar la tierra a sus enemigos”.

También pone de manifiesto su descontento con su propio destino, afirmando que Israel “tiene récords mundiales envidiables por traicionar a los que sirven al Estado”.

En los últimos meses, Israel y sus partidarios han renovado su presión sobre los EE.UU. para liberar Pollard. La primavera pasada, varios ciudadanos israelíes y estadounidenses notables firmaron una amplia petición instando a la liberación de Pollard. Entre ellos el presidente israelí, Shimon Péres, así como varios generales retirados y académicos Nobel Prize-winning. Signatarios estadounidenses notables fueron el ex Subsecretario de Defensa Lawrence Korb, ex director de la Agencia Central de Inteligencia, James Woolsey, así como los ex secretarios de Estado George Shultz y Henry Kissinger.

Pero en 2011, Lydia Jechorek, interrogadora del FBI de Pollard, advirtió en contra de considerar Pollard como un patriota israelí y reveló que él también espiaba a los EE.UU. para África del Sur y trató con espía de Australia, antes de trabajar como agente de Israel. En una entrevista transmitida por la televisión israelí, en marzo, Obama dijo que “no tenía planes para la liberación de Jonathan Pollard inmediatamente” (énfasis añadido).

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