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El presidente Joe Biden ha decidido enviar 5.000 soldados, acorazados, bombarderos y aviones de intercepción a la región del Báltico y Europa del Este en respuesta a la acumulación militar rusa en la frontera con Ucrania. Moscú: Responderemos apropiadamente. La decisión de Biden surgió de una conferencia de alto nivel con el Pentágono y oficiales militares en Camp David el sábado 22 de enero.
Parte de la fuerza expedicionaria estadounidense provendrá de bases de operaciones y parte de contingentes europeos. La OTAN también desviará a Europa del Este buques de guerra y aviones de combate de Estonia, Letonia y Lituania como refuerzos. Hasta el momento no se han asignado tropas estadounidenses a la propia Ucrania.
Andrei Kartapolov, presidente del Comité de Seguridad del Parlamento Ruso, respondió: “Incluso cuando estamos comprometidos en la diplomacia, estamos muy enfocados en construir defensa, construir disuasión”. Rusia responderá adecuadamente si esas fuerzas llegan a Europa del Este, dijo.
Hablando en nombre de la Unión Europea, el ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Jeppe Kofod, dijo: “No hay duda de que estamos listos para reaccionar con sanciones integrales nunca antes vistas si Rusia invadiera Ucrania nuevamente”.
El Washington Post informó el lunes que si Rusia invade Ucrania, Estados Unidos ha preparado “nuevas sanciones a la exportación para dañar las industrias rusas estratégicas, desde la inteligencia artificial y la computación cuántica hasta la industria aeroespacial civil”. La administración de Biden también puede decidir aplicar dichos controles “de una manera que potencialmente privaría a los ciudadanos rusos de algunos teléfonos inteligentes, tabletas y consolas de videojuegos”, dijeron algunos funcionarios.
