Declaraciones del Centro de Prensa Internacional sobre la situación del periodista Fernando Ravsberg

Es falso que el Centro de Prensa Internacional le haya retirado su acreditación; fue el medio de prensa para el que estaba acreditado quien tomó la decisión de no reacreditarlo.

A propósito de las reacciones generadas en algunos sitios web por el presunto “cierre de la corresponsalía” del periodista Fernando Ravsberg en La Habana, CubaSí le realizó dos preguntas sobre el tema a Alberto González Casals director del Centro de Prensa Internacional.

Cubasí: En las redes sociales el periodista Fernando Ravsberg ha comentado que el Minrex ha cancelado su acreditación en La Habana. Coménteme al respecto.

CPI: El periodista Fernando Ravsberg trabajó durante los últimos tres años y siete meses como corresponsal permanente en Cuba para un periódico digital español.

Alberto González Casals, director del Centro de Prensa Internacional de Cuba.

Dicho diario no le renovó su contrato ni solicitó su reacreditación para el presente año 2018. Por tal razón expiró su acreditación permanente como periodista extranjero ante el Centro de Prensa Internacional.

Es falso que el Centro de Prensa Internacional le haya retirado su acreditación; fue el medio de prensa para el que estaba acreditado quien tomó la decisión de no reacreditarlo.

Por otra parte, el Centro de Prensa Internacional no tiene relación alguna con el blog personal del periodista que obviamente no es un medio de prensa extranjero acreditado en el país.

El periodista solicitó acreditarse entonces para otros dos medios españoles, lo cual está bajo consideración como corresponde a cualquier solicitud de apertura de una corresponsalía de un nuevo medio de prensa extranjero en Cuba.

Cubasí: ¿Es verdad como él asegura que está en trámites de ser expulsado del país?

CPI: El periodista Fernando Ravsberg, al estar casado con una ciudadana cubana puede tramitar su residencia permanente en nuestro país, si así lo desea. No es verdad que al no ser reacreditado esté siendo expulsado del territorio nacional. Como cualquier periodista extranjero residente temporal en el país, al concluir sus funciones dispone de un plazo de 60 días hábiles, prorrogables por 30 más, para hacer los arreglos necesarios para actualizar su estatus migratorio.

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LA OTRA CARA DE LA MONEDA: Cuba, ¿prohibido pisar callos?

Por Fernando Ravsverg

Ravsberg, tú deberías entenderlo, el periodismo que haces pisa muchos callos y eso te crea enemigos, esta frase del Director del Centro de Prensa Internacional lo resume todo.

Ravsberg, tú deberías entenderlo, el periodismo que haces pisa muchos callos y eso te crea enemigos, esta frase del Director del Centro de Prensa Internacional lo resume todo. Si no la recuerda podemos transcribir juntos la conversación completa y hacerla pública.

Las declaraciones posteriores de Alberto González, publicadas de forma anónima y luego con su firma de Director de CPI, no dicen ni una sola mentira pero tampoco toda la verdad. Hay temas de los que no puede hablar y eso explica lo escueto del mensaje.

Es lógico, al fin y al cabo, cualquier periodista extranjero sabe que las decisiones sobre las acreditaciones no las toma el CPI. Quienes realmente mueven los hilos de la prensa en Cuba nunca dan la cara. Esto puede ser tema de otro post.

El texto original del Centro de prensa de Cuba era “anónimo”, como se puede ver en esta imagen.

En su respuesta, el recién nombrado director del CPI, evita mencionar el contexto en que se desarrollan los acontecimientos, dando a entender que la pérdida de mi acreditación es un tema administrativo que nada tiene que ver con mi periodismo “pisa-callos”.

No dice, por ejemplo, que en el mes de febrero él le dio la orden a ETECSA de que me  cortara internet porque ya no trabajaba para el periódico Público. Con lo cual Alberto González supo antes que yo que el medio no me acreditaría en el 2018. ¿Curioso verdad?

Inmediatamente contacté con la dirección del periódico, la cual confirmó lo dicho por el CPI, no me acreditarían pero recalcaron que podía seguir escribiendo artículos para Público. Guardo el email donde me plantean esta otra curiosidad.

De inmediato entregué al director del CPI la solicitud de acreditación para la revista El Siglo-Europeo, un medio semanal en papel y digital, de información y análisis político, al que están suscritos la mayoría de los dirigentes y diputados del PSOE, partido que gobierna España.

Entonces Alberto González rectificó y comunicó a ETECSA que podía mantener mi cuenta de Internet mientras se decidía si aprobaban la nueva corresponsalía. Usó la misma política que en el 2014, dejarme trabajar mientras se toma la decisión.

Sin embargo, ahora llegó una contraorden que se concretó en retirarme la autorización para ejercer el periodismo en Cuba. Además, eso incluye el fin de mi permiso de residencia temporal en la isla, ya que mi acreditación y mi residencia están convoyadas.

En la conversación con el CPI, Alberto González adujo que no sabía que yo tenía residencia temporal, lo cual resulta otra curiosidad dado que cada año, desde hace casi 3 décadas, es el Centro de Prensa quien tramita mi residencia ante migración.

Es verdad que tengo derecho a solicitar la residencia permanente por estar casado con una cubana pero no es menos cierto que las autoridades de migración no tienen la obligación de concedérmela, también pueden legalmente negarla.

En caso de que me dieran esa residencia perdería mi acceso a Internet como corresponsal extranjero porque en mi barrio no hay nauta-hogar y, si mañana lo habilitaran, no podría publicar Cartas porque me costaría 6 veces más caro el servicio.

Tras meses sin internet, La Joven Cuba volvió al ciberespacio gracias al apoyo de René González y Miguel Díaz Canel

La maniobra repite la realizada contra La Joven Cuba, bloquear la conexión a internet y decir, con carita inocente, que nadie está cerrando el blog. Son tan infantiles que creen que con esas triquiñuelas pueden evitarse pagar el costo político de la censura.

La respuesta se las ha dado la solidaridad de muchos cubanos, incluso la de algunos intelectuales con los que he tenido mis diferencias públicamente. Comprenden que lo que está sucediendo trasciende el destino de Ravsberg y de Cartas desde Cuba.

Muchos perciben que los espacios de libertad se estrechan cuando ahogan a un blog al que no se puede acusar de “mercenario” porque no recibe dinero de nadie. Al que tampoco se le puede tildar de “pro imperialista” porque es contrario a la política de EEUU hacia Cuba, bloqueo y ataques acústicos incluidos.

Lo que viene ocurriendo afecta a toda la nación, este es un paso más hacia una mayor intolerancia de quienes sueñan con regresar al quinquenio gris. Silvio lo percibe así: “sólo me queda invitar a Fernando a publicar en Segunda cita… Es decir, mientras existamos”.

Si se les permite, los extremistas irán cerrando uno a uno los nuevos espacios informativos, culturales y de debate interno, quieren volver a la polarización Granma vs. Nuevo Herald, al blanco y negro, a las pelis de buenos y malos, a su mundo carente de colores y matices.

He recibido dos mensajes personales. Un colega cubano me dice que calle y me augura que si lo hago serán buenos conmigo. Apela a mi conciencia afirmando que este debate público solo beneficia al imperio, “no demos armas al enemigo”, concluye.

El otro es de un galardonado, respetado y muy querido intelectual cubano. Él también apela a mi conciencia, me conmina a dar la pelea hasta el último cartucho, dice que guardar silencio sería una cobardía y una traición a la nación que me acogió hace 3 décadas.

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