Arabia Saudita reemplaza jefe de espionaje porque no pudo entregar a Siria

Por Joseph Fitsanakis    –   intelNews.org

Vale la pena señalar, sin embargo, que Bandar sigue siendo secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, un consejo asesor influyente que dirige la seguridad nacional de Arabia Saudita, la inteligencia y la estrategia de política exterior.

Vale la pena señalar, sin embargo, que Bandar sigue siendo secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, un consejo asesor influyente que dirige la seguridad nacional de Arabia Saudita, la inteligencia y la estrategia de política exterior.

Arabia Saudita ha sustituido su jefe de inteligencia, quien es ampliamente visto como el arquitecto de la política intervencionista del reino en la guerra civil de Siria.

La Agencia de Prensa Saudita, propiedad del gobierno,  anunció el martes que el príncipe Bandar bin Sultan había sido “relevado de su cargo a petición propia”.

Bandar nació en 1946 de una de las concubina del príncipe heredero Sultan bin Abdulaziz, uno de los 12 hijo de monarca saudí Rey Abdulaziz.

En 1983, Bandar fue nombrado embajador en los Estados Unidos, cargo que ocupó hasta 2005 desarrollando  numerosas conexiones en Washington y llegó a convertirse en un operador líder en asuntos de Medio Oriente, disfrutando en esos días de lazos personales muy estrechas con los presidentes George H W Bush ymás tarde con  George W. Bush.

En 2012 fue nombrado director de la Agencia de Inteligencia saudí, organización de inteligencia primaria del país.

Desde entonces, él ha sido el planificador principal de la política de línea dura de Riyadh sobre la guerra civil de Siria, que han  apoyado abiertamente a los grupos rebeldes que luchan para derrocar al gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad.

Arabia Saudita comenzó a suministrar armas, dinero en efectivo e inteligencia a los rebeldes sirios desde antes que  Bandar tomara el control del aparato de inteligencia del país. Pero sus relaciones estrechas con Washington no funcionaron como se esperaba una vez que el presidente Barack Obama se nego a lanzar ataques militares contra Siria lo que significo “gran cambio” en la política estadounidense en Oriente Medio.

Él también enfureció a los EE.UU. criticando su acercamiento con la República Islámica de Irán, que es el principal adversario regional de Riyadh. Tal vez lo más importante de todo fue que Bandar parece haber subestimado la fuerza de la administración al-Assad y su exceso de confianza al asesorar Rey Abdullah en 2012 de que los días del gobierno sirio estaban contados.

El punto muerto en la guerra civil de Siria parece haber frustrado al gobierno de Arabia Saudita, que comenzó a distanciarse gradualmente de las reflexiones de Bandar desde enero. El príncipe ha pasado la mayor parte de 2014 en los Estados Unidos y Marruecos, con el pretexto de “tratamiento médico”.

De acuerdo con los medios de comunicación del gobierno de Arabia Saudita, Bandar ha sido sustituido “en forma provisional” por su adjunto, Yousef al-Idrissi. Mientras tanto, los de adentro informan de que el archivo de Siria ha sido trasladado al príncipe Mohammed bin Nayef, ministro del reino de Interior.

Vale la pena señalar, sin embargo, que Bandar sigue siendo secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, un consejo asesor influyente que dirige la seguridad nacional de Arabia Saudita, la inteligencia y la estrategia de política exterior.

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